No podemos ver la Vía Láctea de la misma manera que hacemos con otras galaxias porque vivimos dentro de ella, si bien podemos mirar a lo largo de su borde mientras está incrustado en su disco.
Sin embargo, en un estudio publicado en Science, un equipo de investigadores midió directamente la distancia a una estrella de la Vía Láctea, rompiendo el registro anterior para una medición de distancia directa dentro de nuestra galaxia.

Según el autor principal del estudio, Alberto Sanna, del Instituto Max-Planck de Radioastronomía (MPIfr), “esto significa que, usando el VLBA, ahora podemos correlacionar con precisión toda la extensión de nuestra galaxia”.
Los intentos anteriores de observar y mapear con precisión el lado opuesto de la Vía Láctea han fracasado principalmente debido al polvo interstelar entrelazado en el plano galáctico, que impide que la luz óptica llegue hasta nosotros. Pero, a diferencia de la luz óptica, las ondas de radio pueden pasar sin obstáculos a través del polvo interestelar.