Las teorías más populares sobre las primeras fases del Big Bang describen un proceso llamado inflación que comenzó a partir de un llamado “falso vacío”, que es un estado de espacio vacío lleno de una alta densidad de energía.
En la más mínima fracción de segundo, el universo visible aumentó de tamaño, pasando de un pequeño punto, más pequeño que un átomo y lleno de inmensa energía, a miles de millones de kilómetros de diámetro o más.
Nuestra comprensión del nacimiento y la evolución del universo es el resultado del trabajo de cientos de científicos en todo el mundo.
La teoría del Big Bang se basa en varias observaciones clave. En primer lugar, sabemos que el universo se está expandiendo. Así que es lógico que el universo fuera más pequeño en el pasado, y más hacia atrás en el tiempo, aún más pequeño.
En segundo lugar, los astrónomos también pueden observar una especie de resplandor de radiación residual del Big Bang, conocido como el fondo cósmico de microondas. Esta radiación contiene información importante sobre las condiciones del universo primitivo.
Además, el hidrógeno y el helio se encuentran en la misma proporción en todo el universo, y la única explicación es que fueron creados al mismo tiempo, al principio del universo.
Primeras partículas
Para entender el nacimiento y la evolución del universo, es esencial hablar de las partículas. Son los bloques de construcción de todo: polvo, gas, estrellas, planetas, galaxias y todos los objetos y seres vivos del universo.
Menos de una trillonésima de segundo después del Big Bang, la energía se transforma en diminutas partículas y radiación. Estas partículas formaron una mezcla muy densa y caliente de quarks, gluones, electrones, neutrinos y otras partículas – estos son los más pequeños bloques de construcción conocidos de todo en el universo.
Hay seis tipos diferentes de quarks, todos ellos con características diferentes. Los dos tipos más ligeros de quarks, se combinaron para formar protones y neutrones.
Durante la siguiente etapa del desarrollo del universo, los protones y los neutrones se fusionaron para formar los núcleos atómicos más ligeros – la materia en el centro mismo de un átomo.
El proceso de fusión se detiene unos 15 minutos después del Big Bang. El universo está ahora lleno de una mezcla de partículas opacas y muy calientes de protones, núcleos de helio y electrones. Durante los siguientes cientos de miles de años, el universo se expande y se enfría, pero su composición permanece inalterada.